En ese acto Dionisio González Otero, presidente de la OID, defendió
que la organización quiere demostrar a la sociedad «que sus trabajadores pueden
trabajar y pagar impuestos como cualquier otra persona», en relación a las condiciones de los
afiliados que trabajan mediante la venta de billetes, que fueron dados de baja
en la Seguridad Social. «No nos dejan tenerlos dados de alta y por ello,
tenemos que tenerlos como si fueran voluntarios», explicó González, quien
destacó: «Queremos cumplir con todas las obligaciones, pero también queremos
tener derechos», sobre todo, para que cuando los trabajadores se jubilen tengan
«una pensión adecuada a sus cotizaciones».
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