Ictus, embolia, accidente cerebrovascular, apoplejía,...
cualquiera de estos términos se refiere a una alteración brusca de la circulación de la sangre que llega a nuestro
cerebro.
Puede ser por un coágulo que obstruye el paso de la sangre hacia una parte del cerebro (ictus isquémico) o bien por una hemorragia originada por la rotura de un vaso cerebral (ictus hemorrágico). Aproximadamente el 85% de los ictus son isquémicos.
Puede ser por un coágulo que obstruye el paso de la sangre hacia una parte del cerebro (ictus isquémico) o bien por una hemorragia originada por la rotura de un vaso cerebral (ictus hemorrágico). Aproximadamente el 85% de los ictus son isquémicos.
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